REFLEXIONES: FIN DE SEMANA SANTO

PUDE DESCANSAR UN POCO JUNTO A MI FAMILIA, PERO TAMBIÉN TRABAJAMOS EN PLANIFICAR LOS PASOS FUTUROS JUNTO A NUESTRO EQUIPO. ESTE DOMINGO VISITAMOS LAS TRES MARÍAS Y LUEGO FUIMOS A SALUDAR A LA COMUNIDAD CRISTIANA QUE LEVANTÓ UN TEMPLO CON SUS PROPIAS MANOS. FUE EMOCIONANTE VER LA IGLESIA TERMINADA.

Por Fernando San Román B.

Son las 1:54 de la madrugada de este lunes 5 de abril de 2010. Estoy a pocos minutos de acostarme a dormir. Mañana tengo que levantarme muy temprano para preparar un informe y algunos textos. Tengo que enviar muchos mails y responder varios mensajes para preparar mi viaje a Santiago. Parto en la tarde-noche a la capital para cumplir con una nutrida agenda de reuniones y gestiones de las que estaré informando esta semana.

Me tocará exponer sobre el terremoto de Tocopilla y el proceso de reconstrucción. Lo bueno y lo malo.

Este fin de semana santo he descansado un poco junto a mi familia. He aprovechado de cuidar un poco a mi hijo que está recuperándose de un resfrío. Ahora mi esposa está resfriada. Yo no he tenido síntomas de resfrío, sólo un leve dolor de cabeza que atribuyo al cansancio.

Pero también he trabajado harto, sobre todo en la planificación de actividades y en jornadas de trabajo con algunos miembros del Movimiento Tocopilla Vuelve.

El sábado tuvimos una reunión de tres horas en nuestro local, en donde analizamos el avance de nuestro proyecto y trazamos líneas sobre los pasos a seguir en los próximos meses. Se viene un año muy intenso...

Este domingo salí a tomar unas fotografías del estado lamentable en el que se encuentran las áreas verdes de Tocopilla. El material es para enviarlo al extranjero, a unos amigos tocopillanos que nos apoyan y que respaldan nuestro proyecto.

Luego de tomar las fotos junto a mi compañero y amigo Domingo Olivares (que se encontraba de visita en Tocopilla), fuimos a visitar a unas vecinas del sector Las Tres Marías, en la población Pacífico Norte. Conversamos con hartas pobladoras sobre el problema de iluminación del barrio. Fuimos testigos de la oscuridad de las calles y pasajes, debido al problema del alumbrado público. Además, reiteraron su preocupación por el problema de la locomoción y el acceso. A eso se suma la quema de bausra que hemos denunciado hace semanas y que afecta gravemente la salud de los habitantes del lugar.

También conocimos una bonita iniciativa. Desde pasadas las 3 de la tarde de este domingo, las vecinas del pasaje Indígena realizaron un operativo de limpieza en su calle, dejando impecable el sector. Sacaron la basura, retiraron las piedras de la vereda y además compartieron entre todos la tarea de hermosear su población. Tomamos algunas fotografías que publicaremos en nuestro blog y en facebook.

De regreso, veníamos en taxi y pasamos por calle Gómez Carreño con Pasaje Tercera Poniente. Vimos el templo de la Corporación Cristiana -a quienes apoyamos con algunos materiales y donaciones para que levantaran su espacio físico-. Estaba iluminado, terminado y se escuchaba la música y las alabanzas. Decidimos bajar a saludar.

Me emocioné bastante al ver cómo el esfuerzo y la fe de un grupo de hermanos cristianos se tradujo en la construcción de un templo que se encontraba en el suelo. El terremoto lo dañó terriblemente y fue demolido el año pasado. Nosotros pusimos nuestro granito de arena. Conseguimos dos camionetas con madera y varios tarros de pintura, además de brochas. Todo eso sirvió para poner de pie parte de la estructura. Pero el empeño y el trabajo fue de ellos.

En medio del culto que dirigía un pastor de la zona central que se encuentra junto a una delegación en Tocopilla, una de las hermanas me agradeció y me invitó a pasar adelante. Tuve la oportunidad de dirigir algunas palabras y compartir mis sentimientos con los asistentes. Les dije que el que debía dar las gracias era yo, por permitirme ayudarles y por entregarme ese emocionante momento. Les reiteré mi compromiso de seguir apoyándoles y acompañándolos.

Me llena de satisfacción haber cumplido con mi palabra y haber podido ayudar a estos hermanos.

Mañana será otro día. Pero cada día que pasa nuestras acciones y nuestras convicciones cobran más sentido.

Un abrazo a todos y todas.